La vista es uno de los bienes más preciados que poseemos. Nuestros ojos trabajan para nosotros todos los días procesando miles de imágenes y permitiéndonos trabajar, disfrutar del tiempo libre y vivir todas las emociones de la vida.
Parece obvio decirlo, pero es muy importante cuidar los ojos, preservando el bienestar visual, para evitar cualquier tipo de problema a corto y largo plazo. Aunque te recordamos que tu oftalmólogo de confianza es siempre la mejor fuente de consejos específicos para tu caso, te presentamos 6 consejos y buenos hábitos para mejorar tu vista.
Controles periódicos de la vista
Llevar a cabo una revisión ocular periódica es quizás el consejo más importante, ya que no solo determinará tu salud visual, sino que también puede ser fundamental para prevenir enfermedades oculares.
Independientemente de los síntomas de cada persona, se recomienda especialmente que los más pequeños se realicen controles oftalmológicos exhaustivos de forma periódica y rutinaria. Como se puede leer en el documento divulgado por el Ministerio de Sanidad en los niños en ausencia de síntomas, se recomienda una visita al oftalmólogo:
- Antes de los 3 años (entrada en la guardería)
- Antes de los 6 años (entrada en la escuela primaria)
- A los 12 años
En cualquier caso, se recomienda una visita al oftalmólogo cada 1 o 2 años hasta los 14 años, siempre según la opinión del pediatra u oftalmólogo correspondiente. En los adultos jóvenes, la revisión se puede hacer cada dos años, mientras que en el caso de los ancianos se recomienda realizar una visita anual.
Mantener un estilo de vida saludable
Comer bien y sano todos los días es fundamental no solo para mantener la vista sana, sino también para mejorar la calidad de vida. Tomar la variedad de vitaminas y componentes presentes en ciertos alimentos te ayudará a proteger los ojos y fortalecer la vista.
- La vitamina A (también conocida como retinol) es una vitamina esencial para la vista, por lo que su ausencia o baja ingesta puede causar una reducción de las capacidades visuales. Entre los alimentos ricos en vitamina A encontramos: leche entera, queso, mantequilla, yema de huevo, zanahorias, verduras de hoja verde y frutas de color naranja. Su ingesta reduce el riesgo de cataratas y degeneración macular, así como la sequedad ocular.
- La vitamina B (especialmente B1, B2, B6, B12 y el ácido fólico) previene todas las enfermedades degenerativas del ojo y es necesaria para los músculos oculares. Todas las vitaminas del grupo B se encuentran en las alubias, los huevos, las espinacas, las verduras de hoja y los cereales. .
- La vitamina C está considerada como un «escudo natural» contra las enfermedades y las infecciones. La vitamina C no solo previene las cataratas y la degeneración macular relacionada con la edad (o AMD), sino que también puede ralentizar la pérdida de agudeza visual. Los alimentos más ricos en vitamina C son: kiwis, cítricos, frutos rojos, lechuga, tomate y pimientos.
- La vitamina E tiene un efecto antioxidante que ayuda a frenar la degeneración macular y las cataratas. Se encuentra en: almendras, aguacate, avellanas, soja, azafrán, aceitunas, aceite de oliva, cereales integrales y espinacas.
Otros consejos importantes son beber al menos dos litros de agua al día, dar un paseo al aire libre siempre que sea posible y dormir al menos siete u ocho horas cada noche.
Elegir siempre las gafas adecuadas
Entre los errores más comunes que se suelen cometer al comprar gafas graduadas y de sol está el de dedicar mucha importancia a la montura y no detenerse en la elección de los materiales, las geometrías y los tratamientos de las lentes.
También en este caso, confía siempre en profesionales que pongan tu salud en primer lugar. Si tienes dudas sobre la elección de los modelos, lee nuestro artículo sobre qué gafas elegir según la forma de tu rostro.
Hacer breves pausas en el uso de las pantallas digitales
Pasamos cada vez más tiempo frente a dispositivos electrónicos (ordenadores, «smartphones», televisores) para el trabajo y el ocio. Eso significa que nuestros ojos se ven constantemente obligados a centrarse en la misma distancia sobre una superficie iluminada y, a la larga, los músculos oculares se ven afectados por este hábito cada vez más extendido.
Esta sobreexposición se llama síndrome visual informático, lo sufre el 75 % de los usuarios y nos damos cuenta de sus consecuencias especialmente después de las vacaciones, cuando el ojo debe acostumbrarse a tanto estrés.
Un buen hábito para prevenir la fatiga es la «regla del 20-20-20»: por cada 20 minutos que pases mirando una pantalla, debes mirar algo a 20 pies de distancia (unos 6 metros) durante 20 segundos, parpadeando para que el ojo esté bien lubricado. Seguir esta regla será una excelente manera de recordar que debes tomar descansos frecuentes y, de esta forma, podrás reducir la fatiga ocular causada por las pantallas digitales.
Además, si trabajas regularmente con el ordenador o si los juegos son tu pasión, también puedes intentar usar gafas anti luz azul:el uso de unas gafas con acción bloqueadora de la luz azul es de suma importancia si quieres proteger tu vista. Para quienes ven bien, puede ser útil una lente neutra equipada con este filtro; para quienes tienen problemas relacionados con la vista, existen soluciones concretas.
Proteger los ojos de los rayos UV
La luz UV somete nuestros ojos a un tremendo estrés, no solo en días soleados sino también en días nublados. Al igual que la piel, los ojos también pueden «quemarse», incluso causando daños permanentes en la retina. En el peor de los casos, esto podría conducir a otros problemas como las cataratas o, con el paso de los años, la maculopatía senil.
Proteger los ojos de los rayos UV es probablemente uno de los consejos más fáciles de seguir: ¡simplemente ponte tus gafas de sol favoritas! Asegúrate de elegir unas gafas que bloqueen el 100 % de los rayos UVA y UVB.
Hacer unos sencillos ejercicios para los ojos cansados
Encuentra 10-15 minutos para hacer unos gestos sencillos que proporcionen un alivio inmediato a tus ojos. Una serie de ejercicios y movimientos para tonificar los músculos oculares, mejorar el flujo sanguíneo, la oxigenación y la producción natural de lágrimas.
- Siéntate en una posición cómoda y relaja los hombros. Lleva la mirada hacia arriba y luego hacia abajo, hacia la punta de la nariz. Lleva la mirada lo más lejos posible a la izquierda y luego a la derecha. Suave y lentamente mueve la mirada hacia la parte superior izquierda, luego lentamente hacia la parte inferior derecha. Repite este movimiento, empezando por la parte superior derecha y bajando hacia la izquierda. Se trata de un verdadero ejercicio de estiramiento para los ojos. Repite lentamente todos los ejercicios tres o cuatro veces.
- Entrecierra los ojos y parpadea varias veces. Para relajarte, coloca las palmas sobre los ojos y respira lentamente. Este movimiento permite oxigenar el cristalino y relajar toda la musculatura ocular, hidratando los ojos.
- Cierra los ojos. Con suavidad, acaricia con el dedo el párpado superior de arriba hacia abajo y el párpado inferior de abajo hacia arriba, hasta llegar al punto en el que los párpados se encuentran. Repite la operación varias veces. Por último, masajea los párpados con movimientos hacia dentro, en dirección a la nariz.
Nuestra sugerencia, como siempre, es seguir las recomendaciones del especialista.